La crisis del salmon y los malos empresarios

La crisis que afecta hoy a la Región de Los lagos, la que amenaza con la
pérdidas de miles de empleos a partir del 1 de abril, tiene como corolario
una industria que funda sus políticas y prácticas en la inspiración de
MALOS EMPRESARIOS, que ven a la empresa solo como una forma de hacer
dinero, sin importar el bienestar de las personas, sus trabajadores, el
medio ambiente, la sana competencia, que serán en definitiva un sello del
producto que llevan a la mesa de millones de consumidores en el mundo
entero.

Si los empresarios no cambian, nada cambiara, no habrá legislación ni nuevo
trato, debe haber un pacto social regional sobre la base del respeto y
valoración a las personas que dan valor al producto que se prepara, en sus
distinta etapas.

Que podría explicar que en menos de diez años la industria pasa por una
crisis similar o peor a la anterior, está última que atacó en un solo día a
51 centros de engorda de salmones ubicados en la en seno y estuario del
reloncavi del mar interior de la Región de Los Lagos, fenómeno conocido
como el “ataque mortal de un alga nociva” que el 25F mata a más de 30
millones de salmones con un peso medio cercano a los tres kilos, mortandad
extraída estado putrefacción con alta contaminación de ácido sulfhídrico
que puso en riesgo la salud y vida de miles de trabajadores, y con efecto
aún indeterminados en una zona de extracción que depende la subsistencia de
comunidades ancestrales del borde costero del mar interior.

También queda en evidencia la falta de políticas de desarrollo local, el
centralismo colonial, donde los funcionarios del más alto rango de la
región prestan más oídos al nivel central, apartándose de su rol de
gobernar la región poniendo como bien superior el bienestar de sus
habitantes.  No se puede leer de otra forma la maquinaria comunicacional
del gobierno-empresarios para minimizar, ocultar o invisibilidad la crisis,
que de no ser por la organización de los trabajadores y su obstinada
persistencia por levantar la voz, voz que permitió salvar vidas, la crisis
habría pasado como un fenómeno más de la naturaleza.

En el sur decimos “después de la tormenta siempre llegará la calma”, la
calma que esperamos no es de la pasividad, esperamos que el gobierno
responda a la demanda de los miles de mujeres y jóvenes desempleados de la
industria del salmón,  esperamos que los empresarios cambien de conducta
con sus trabajadores, sin buscar privilegios, que respeten y traten con
dignidad a los suyos,  que los representantes de la región muestren un poco
más de interés por los temas locales, que como ciudadanos nos hagamos vale,
esperamos que la lección de vida de estos más 50 días nos dejen una mayor
conciencia y fe en nuestras propias capacidades.

Los trabajadores de la región y la provincia bajo el alero de la central
unitaria de trabajadores nos encontramos trabajando en una plataforma común
para todos los trabajadores de la industria, directos e indirectos, para
enfrentar las consecuencias de la crisis y  el futuro de los trabajadores
sector, donde será en este 1 de mayo donde saldremos a las calles a
conmemorar con más sentido el día internacional de los trabajadores, para
honrar la memoria de nuestros mártires y exigir más democracia sin
corrupción y un sistema público de pensiones.

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