Sr Director.
Ante los últimos acontecimientos que ha vivido nuestra provincia, por la crisis sanitaria que afecta al mar chilote, la Agrupación para el Desarrollo Turístico de Quempillén ha querido manifestar a través de vuestro medio nuestra sentida preocupación por nuestros vecinos pescadores, recolectores, buzos y quienes componen la cadena que se genera en esa actividad.
Sin lugar a dudas esta movilización ha desempolvado nuestro sentido de pertenencia y de comunidad y, al igual que con las mingas, los vecinos isleños hemos asistido a los que sufren con todas las muestras de cariño y compromiso posible, incluso apoyándolos cuando una de las formas de manifestación, y de presión para ser escuchados, ha considerado el cierre de los caminos. Sincera solidaridad nos mueve para reconocer que la urgencia de la asistencia a los más afectados está por sobre la importancia de los traslados y abastecimientos.
Creemos que Chiloé es reconocido por su historia, el carácter de su gente, por las Iglesias, que son Patrimonio de la Humanidad, por sus tradiciones, cultura, maravillosos atractivos turísticos y una gastronomía singular, producto de la interacción de los chilotes, su tierra y las riquezas de un mar que lo surte, como a gran parte del país. Nada de esto tiene futuro si presentamos nuestro litoral contaminado.
Esperamos que la Autoridad conduzca a los servicios especializados primero a sorprenderse con lo que hemos observado todos, reaccione en brindar apoyo a los más afectados y logre determinar causas y responsabilidades, si las hubiere, para poner punto a esta historia de errores y horrores medioambientales y actividades económicas, perfectamente comparables con la adecuada normativa y vigilancia.
Con todo, nuestra Agrupación se encuentra unida y convencida de que no hay Chiloé, como lo reconocemos, sin su gente y su mar. Tampoco nos imaginamos sin mercados colmados de productos, con sus ricos curantos, ni con sus productos de los campos y del mar, tan respetuosamente manipulados por nuestra gente para llegar a nuestras mesas y agasajar a nuestras visitas.
Si nuestras autoridades perfilan al Turismo como un eje para el Desarrollo de la Provincia, deben saber que ante que nada debemos tener que ofrecer, y para nosotros Chiloé no es para nosotros una mágica isla. Es la tierra de la magia de su gente donde se vive en comunidad la abundancia de su tierra y de su mar, y nuestros pescadores y mariscadores son quienes se asocian para trabajar con respeto y responsabilidad los frutos de nuestro mar. No les pidamos también a ellos que sean quienes normalicen, vigilen y sancionen. Que sean la voz experta, en una tradición centenaria, que escuchan las instituciones especializadas del estado y de sus Administradores de turno.
Como se imaginarán el Turismo, dentro de otras formas de trabajo que tenemos en la Isla, no ha estado ajena a la tardanza en reaccionar de nuestras Autoridades, que declaran Zona de Catástrofe para iniciar el proceso de negociación a veces con frases infortunadas también. Aunque hemos también sido perjudicados, perdido las pocas ventas que tenemos en esta época, sabemos que no hay desarrollo a cuenta de otros. En Chiloé debe haber espacio para todos quienes respeten los equilibrios y las normas. Nadie sobra, incluso necesitamos más fuentes de empleo, pero empleo con apellidos de sustentables y respetuoso de nuestro territorio, litoral y su gente.
Por favor reconozcan en los rostros de nuestros pescadores y gente de sus pueblos el rostro de Chiloé, que entre otras cosas permitió que Chile llegue hasta la Antártica. Que entiendan nuestras Autoridades que somos también los custodios de esta parte del país, y que cada día que pasa somos más los afectados, que se expresan con sentido de comunidad, pacíficamente, por el respeto que sentimos por nuestro querido Chiloé.
Agrupación para el Desarrollo Turístico de Quempillén